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Sabemos que te gusta la aventura tanto como a nosotros y que siempre estás buscando nuevos planes que incluyan algo de naturaleza, un poco de deporte y, por supuesto, lugares espectaculares. Pues una vez más has llegado al sitio indicado porque hoy vamos a recomendarte un paraje de ensueño con tan solo tres palabras: Isla de Ons.
¿Te suena? ¿Has oído hablar de la única isla habitada dentro del Parque Natural de Illas Atlánticas? Pues tanto si ya sabes algo sobre ella como si es la primera vez que te la mencionan, quédate y sigue leyendo porque la Isla de Ons merece mucho la pena.
Créenos, en cuanto termines de leer, estarás deseando preparar el bañador y la toalla y también un buen calzado para caminar, así que toma nota.
No te vamos a engañar, sabemos que si alguna vez has escuchado hablar del Parque Natural de Illas Atlánticas es por las Islas Cíes. Es normal, ya que son las que han recibido una mayor promoción institucional y también reconocimientos nacionales e internacionales por la calidad de sus playas o por ser consideradas como uno de los enclaves naturales de más belleza de toda la costa gallega.
Sin embargo, a pesar de ser menos conocida, la Isla de Ons no tiene nada que envidiar a sus hermanas y es ideal para planificar una escapada que nos permita conocer todos sus secretos. Pero… ¿Qué secretos son esos?
Playas paradisíacas de arenas blancas y agua transparente, cuevas marinas, miradores de impresión o hasta cuatro rutas de senderismo diferentes con las que poder disfrutar de tu visita a la Isla de Ons tanto si vas un solo día como si prefieres una estancia de más tiempo.
Pero vayamos por partes.
Bien, hay mucho por donde escoger y todo dependerá de si quieres centrarte en una única actividad o si prefieres alternar entre varias.
Si lo que buscas es mar, pegarte un baño y tirarte a tomar el sol en un entorno natural que te dejará maravillado, puedes escoger entre alguno de los cinco arenales que hay en la isla.
La más conocida y que más se suele recomendar es la Playa de Melide, en la zona norte. Si vas por allí y te encuentras gente desnuda, no te asustes, durante mucho tiempo fue una playa nudista y a día de hoy hay gente que sigue practicando el naturismo en ella.
La más cómoda es la Playa de Area dos Cans ya que está justo al lado del punto donde se desembarca. Muy cerca de allí está la Playa de Canexoi que tiene la ventaja de no tener tanta afluencia como la anterior y se llega a ella sin caminar demasiado.
Del otro lado de la zona de embarque, también muy cerca del ferry y también muy concurrida por ello, se encuentra la Playa das Domas.
Y por último la Playa de Pereiro que tiene el encanto de estar justo debajo del pueblo de Pereiro, es decir, el núcleo poblado de la Isla de Ons en el que actualmente hay censados tan solo 63 habitantes y que no deberías dejar de visitar.
Si además de disfrutar de cualquiera de las playas eres de los que no se prepara un viaje sin que haya de por medio una buena ruta de senderismo con la que ir gastando suela estás de enhorabuena.
Si quieres aprovechar al máximo el viaje a la Isla de Ons hay unos cuantos lugares de interés que deberías marcar en tu lista: el Mirador de Fedorentos, el Buraco do Inferno, la Ruinas del Castillo…
Para pasar por todos ellos y muchos más, lo mejor es que te apuntes a hacer uno o varios de los itinerarios. Son todos bastante sencillos y accesibles para toda la familia si vas con niños o personas mayores.
La primera es la Ruta Sur que te lleva desde la Playa de Area dos Cans hasta el puesto de la Cruz Roja tras atravesar el pueblo de Ons. Desde ahí se coge el camino de la Playa de Canexoi para ascender por un desnivel que apenas llega a los 100 metros hasta el Mirador de Fedorentos en el que podrás descansar mientras te deleitas la vista con una estampa digna de póster. Desde ahí empieza la bajada hacia el Buraco do Inferno, una inmensa cueva marina llena de leyendas y tradiciones para proseguir hacia la Ensenada de Caniveliñas y desde ahí al punto de origen. La duración total es de dos horas y media.
La segunda es la Ruta del faro que como su nombre indica sigue el sendero hasta el mismo puesto de la Cruz Roja y ahí se desvía para continuar hasta el faro e iniciar una ruta circular de cuatro kilómetros. Tiene algo más de desnivel que la anterior, pero sigue siendo una ruta muy sencillita. Su duración es de una hora y cuarto y si solo te apetece ver el faro te basta con quince minutos.
La tercera es la Ruta norte que parte desde el pueblo para tomar la Playa de Melide, enganchar con Punta Centolo y desde ahí una buena caminata que tiene como hitos el Faro de Ons, Punta Liñeiros o la Ensenada de Caniveliñas, en la que se pueden apreciar las diferentes especies de aves que viven en la isla. Esta es la más larga de todas las rutas pasando de los ocho kilómetros y se puede completar en unas tres horas.
La última es la Ruta del Castillo que es otra de las más concurridas ya que llega hasta el castillo en ruinas de la isla, uno de los enclaves más emblemáticos e incluye una parada en el Mirador do Castelo. Es muy corta y accesible para cualquiera y eso la convierte en ideal si más que hacer una ruta lo que te apetece es simplemente dar un paseo. Se completa en apenas cuarenta minutos.
Después de leer todo esto estamos convencidos de que te estás planteando visitar la Isla de Ons y nos parece maravilloso, pero antes de eso tienes que tener en cuenta varios factores. El primero es que el acceso a la isla a pesar de estar abierto durante todo el año, tiene una serie de restricciones y obligaciones que hay que cumplir.
Todo esto se debe a su condición de espacio protegido al estar dentro de un Parque Natural, así que si quieres disfrutar de esta perla de las Rías Baixas es importante que lo planifiques con tiempo.
Las fechas de acceso a la isla son:
Ya lo sabes, viajar a la Isla de Ons es uno de los mejores planes de los que puedes disfrutar si te acercas hasta las Rías Baixas, tendrás mar, tendrás rutas, podrás alojarte en camping, en glamping o incluso en la pensión del pueblo, podrás degustar un pulpo recién capturado y, sobre todo, podrás vivir la naturaleza al más puro estilo Wilderway. Eso sí, no te olvides de contárnoslo, sabes que disfrutamos casi tanto como tú.
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